¡TODO TIENE SU TIEMPO!

En diciembre del año pasado terminé mi etapa laboral, en la que corrí una gran maratón de vida, llena de muchos colores, sabores y sinsabores del mundo laboral.

En mi recorrido laboral hice parte de grandes proyectos laborales y luego pasé a Recursos Humanos, allí tuve grandes retos, donde el conocimiento más la experiencia me dio “sabiduría”.

Viví grandes desafíos, porque me encontré con jefes que me hicieron vivir momentos difíciles; en donde golpearon mi autoestima para desanimarme en mi competencia natural de liderazgo. Llegué a padecer discriminación por ser parte de una región costera y, por último, sufrí de acoso laboral por mi edad: querían hacerme creer que no “servía”, sentí que mi fuerza desfallecía, llegué a enfermarme y solo pudo sostenerme la mano de mi Padre Celestial.

Faltándome cuatro años para terminar mi ciclo laboral, decidieron enviarme a un área desconocida para mí, como era el área comercial, con la finalidad de desanimarme y para que tomara la decisión de renunciar… Y resultó que, en esos cuatros años, en la Escuela Comercial cumplí un sueño que quería cumplir algún día, como era el de enseñar y formar, que años atrás en la empresa me habían negado; pero, luego entendí que todo tiene su tiempo, y cuando tú sabes quién eres, sabes lo que tienes que hacer con pasión y amor, y así viví el poder enseñar y hacer entrenamientos de la mano del concepto del “ser y el hacer”, y ahí se cumplió una promesa que Dios me había dado en Jeremías, capítulo 1: 9 al 12, que “mis tiempos eran de preparación para una salida perfecta y agradable” y se ¡cumplió! y con ¡pensión! La cual es un testimonio de fe, en donde fueron más las sumas que las restas en las vivencias.

Y justo, en ese momento, se me abrió una nueva ventana de oportunidad de vida en mí desarrollo profesional: conocer a Jonh Maxwell Team, adquirir nuevos conocimientos, contar con mentores temerosos de Dios, tener nuevas amistades, y, en especial, desarrollar y potenciar mi liderazgo y el poder servir y generar valor a otras personas.

“Al que cree todo le es posible”. Mateo 9:23

¡Cuando tenemos paz en nuestras vidas, da gracias! Cuando vivimos momentos dolorosos, da gracias y crece.